
Extracción de biopolímeros
Extracción de biopolímeros: ¿Cómo solucionar una mala aplicación de rellenos faciales?
Labios y rostros inflamados, deformaciones de tejido y un sinfín de resultados erróneos en la medicina estética son una de las complicaciones a las que más debemos temer al momento de realizar un procedimiento. Sin embargo, con una buena guía y en mano de los profesionales correctos, se puede prevenir pasar un mal rato.
Los malos resultados de un inyectable o de un procedimiento quirúrgico lamentablemente pueden causar un daño físico y emocional. Pero ¿qué ocasiona este problema? La mayoría de las veces se debe a que no siempre el paciente está bien informado sobre qué se está inyectando, o que profesional es el que está ejecutando ese tratamiento, por eso que es muy importante entender que hay ciertas sustancias sintéticas que no están hechas para ser aplicadas en seres humanos, como los biopolímeros, el Metacril o las siliconas.
Los biopolímeros son un grupo de productos irreabsorbibles, los cuales se han hecho tristemente famosos por causar problemas asociados a su uso con fines cosméticos (rellenos de labios, glúteos, mamas, etc). Estos productos, que originalmente fueron aplicados en una zona específica, pueden ir migrando a los tejidos cercanos, causando deformidad, inflamación e incluso infecciones graves en los casos más severos. Debido a la naturaleza de estos productos, es imposible eliminarlos de manera completa ya que están íntimamente ligados a los tejidos del paciente, pero afortunadamente existen alternativas para tratar muchas de estas situaciones.
¿Qué pasa cuando se inyecta alguno de estos productos?
Cuando se inyecta un biopolímero, el cuerpo produce en el área una reacción inflamatoria sostenida al tratar de eliminar el cuerpo extraño, generando una cápsula dura entorno al producto que termina por deformar el rostro.
¿Cómo puedo detectar si tengo alguna de estas sustancias en la piel?
Uno de los signos más frecuentes de la presencia de biopolímeros es la palpación bajo la piel de áreas duras , deformantes y en ocasiones enrojecidas o inflamadas que comúnmente aparecen a los meses o años desde la aplicación.
¿Es posible retirarlos? ¿Cuál es el tratamiento?
El Doctor Cristopher Moeller explica que lo primero es identificar el producto y las consecuencias en los tejidos mediante una ecografía específica.
Uno de los tratamientos más revolucionarios es el uso de láser subcutáneo mediante fibra óptica. Este permite degradar gran parte del contenido y eliminarlo mediante aspiración por cánula o bien de forma espontánea.
Una vez eliminado el cuerpo extraño, el rostro puede volver a tener un aspecto natural, haciendo desaparecer la inflamación gracias a un procedimiento seguro y muy rápido.
También existe la opción quirúrgica, la que tiene como fin recuperar la forma del área afectada, tal como explica el Dr. Rolando González, Cirujano Plástico. Dependiendo de la magnitud de la deformidad y la localización de las lesiones, puede realizarse bajo anestesia local (por ejemplo, en los labios) o requerir cirugía mayor (en zonas como las mamas).
La importancia de elegir al profesional adecuado
Finalmente, lo importante es recalcar la importancia de ser evaluado siempre por profesionales con la formación adecuada, con el fin de evitar el uso de biopolímeros, dadas sus complicaciones ya descritas. También, enfatizar la necesidad de consultar siempre a un equipo médico que cuente con la experiencia adecuada y pueda así orientar en la mejor alternativa de tratamiento para el caso de cada paciente.
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